Crítica de «París»
El director Cédric Klapisch vuelve con una nueva película coral que se desarrolla en la capital de Francia, París.
A grandes rasgos diré que nos cuenta la historia de un joven al que le diagnostican una enfermedad con alto porcentaje de mortalidad, ante lo cual se apoya en su hermana y comenzará a observar la ciudad (y sus habitantes) con una visión diferente.
Romain Duris y Juliette Binoche interpretan a los dos hermanos protagonistas de la historia, aunque junto a ellos nos encontramos otros rostros conocidos como Mélanie Laurent y Albert Dupontel.
Pese a tener una trama interesante, Cédric Klapisch desaprovecha todo el potencial de la misma, ya que nos ofrece una serie de historias interrelacionadas que quedan desdibujadas y sin profundidad, logrando en el espectador una indiferencia grande respecto a lo que está aconteciendo. Básicamente desarrolla un par, sobre las que incide y en las que se encuentran los mayores aciertos del film pero el resto no son más que meros matices para mostrarnos lo dispar que es la vida.
Sin la magia de películas similares como «París Je t´aime» o la alegría de «Amelie«, el director de «Una casa de locos» no ofrece nada nuevo ni demasiado interesante al espectador. Solamente volver a constatar que Juliette Binoche sigue siendo una gran actriz y que pese a su edad sigue manteniendo todo su atractivo, aunque su personaje esté en un periodo de sequía sentimental debido a que ha superando los cuarenta años.
Las notas de «Après la pluie» de Erik Satie hacen acto de presencia, otorgando la capacidad emotiva que no logran obtener las imágenes por sí solas en determinados momentos.
En definitiva, «París» se presenta como una película fallida que hará las delicias de los espectadores menos exigentes y de los amantes de la «ciudad del amor».