El debut de David Carrera Solé es una película que combina el thriller con el terror, acercándose a títulos como «Los sin nombre» o «Darkness», pero el resultado es muy desconcertante.
Basada en la novela homónima de Javier Azpeitia, nos cuenta como una joven psiquiatra, interpretada por Cristina Brondo («Diario de una becaria», «Una casa de locos»), llega a un novedoso y solitario sanatorio en el que deberá atender varios casos.
La película juega mucho con la atmósfera que crea a través de las imágenes y especialmente de la música y efectos sonoros. Táctica que resulta, aunque a veces se nota artificial.
El montaje de Frank Gutierrez («En la ciudad», «Lo mejor que le puede pasar a un cruasán») nos hace más confusa la película, algo que quiere el director, ya que juega con las voces en off, con sueños, visiones de cosas que realmente no ocurren, flashes y montajes de planos muy cortos en el tiempo.
Cristina Brondo, uno de los atractivos, realiza una interpretación irregular, debido también al guión, pero en algunos momentos logra expresar y nos hace comprender lo que está sintiendo, aunque en otros momentos solo la vemos pasearse. Un actor a destacar es el mejicano Demian Bichir («Sin noticias de Dios», «Santitos») que encarna a Miguel, uno de los enfermos del centro, que realiza un trabajo muy interesante.
En definitiva «Hipnos» es una película irregular, que acaba por confundir a la mayoría de los espectadores, con una estética interesante, y con algunos momentos de tensión y bien logrados pero que no logran sacar adelante lo que en el trailer parecía algo sugestivo.
La parte positiva es que poco a poco se van realizando incursiones en este género, por lo que tenemos la esperanza de que se vaya mejorando y acabemos haciendo buenas películas.
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