rodolfo montero

Candinamia.

Ahora que ha terminado Candinamia, quería expresar mi opinión:

No he acudido a todos los eventos que han tenido lugar, pero en los que he estado ha habido uno que particularmente ha tenido más problemas y deficiencias, y justo es el que me tocaba más cercano, el audiovisual.

Esperaba que este año lo hubiesen resuelto, ya que el año pasado quedó claro que no era el mejor modo de proyectar los cortos, pero en esta edición han vuelto a hacerlo.
Ya pasó el sábado con la presentación del «En la cuna del aire» de Rodolfo Montero (ganador del Goya al mejor corto documental) y hoy con los cortos que presentábamos con la JOCE.

Digo esto porque se supone que el de Montero se iba a hacer en el salón de actos del recinto y no sé porque causas, se terminó haciendo en medio de la sala principal, junto a todos los stands, proyectándose con unas condiciones de iluminación y acústicas que no eran las adecuadas. Resultado: se vio «otro corto».
Si al ganador del Goya le dieron esos medios, pues a nosotros imaginaros.

Proyectamos en una esquina del recinto con unos altavoces muy pequeños, viéndose mal y casi ni oyéndose.
Y lo peor de todo no es eso, sino que no hay un lugar específico. No se necesita mucho, la verdad, con los medios que tuvimos si en vez de al aire libre, se hubiese habilitado una pequeña sala, o un stand cerrado en el que se pueda aislar uno del resto de actividades, pues todo el mundo quedaría contento.

Digo todo esto porque durante la proyección de nuestros cortos, se oían sirenas que no sé de que stand/actividad venían, también se oía a la gente de la organización comentar por megafonía los distintos eventos que iban a tener lugar después, pruebas de sonido de diferentes juegos, niños gritando, música de las asociaciones contiguas etc.

En definitiva, que espero que para próximos años puedan disponer de un recinto igual de adecuado al que tienen para otras actividades que se realizan, porque la celebración de este evento es muy significativa y gratificante para todo el mundo, y corrigiendo pequeñas cosas como estas pueden dar un servicio y una calidad que dejaría a todo el mundo encantado.